martes, 4 de agosto de 2015

El jerbo

Los roedores que comúnmente llamamos “jerbos” y que se venden como mascotas son en realidad gerbiles de Mongolia (Meriones unguiculatus). Pertenecen a la familia de los múridos igual que las ratas y los ratones. Los verdaderos jerbos son roedores de la familia de los dipodios. Pero, dado que todo el mundo en España conoce a los gerbiles de Mongolia como “jerbos”, en adelante los llamaremos así para evitar confusiones
Son animales desérticos y en la naturaleza viven en túneles, donde se protegen de las temperaturas extremas, aunque no hibernan. Se alimentan básicamente de semillas, hierbas, raíces, etc., pero son omnívoros y no desaprovechan cazar algún insecto si pueden. Son muy sociales y viven en colonias normalmente compuestas por un macho, una hembra y sus crías jóvenes.
De adultos, su tamaño está entre el de un ratón y el de una rata, teniendo un peso entre los 50 y 120 gramos. Su cola es aproximadamente de la misma longitud que su cuerpo y está provista de pelo.
Los jerbos originales son de un color llamado “golden agoutí”, que es marrón con mechas negras y rubias y con la panza color claro, pero a base de cruces durante décadas, los criadores han conseguido más de 30 variedades de color distintas.
Fueron llevados al campo de la investigación hace más de 50 años y superaron a ratas y otros roedores en las pruebas de laboratorio gracias a su gran inteligencia. Su docilidad y fácil cuidado llevaron a que algunos investigadores empezaran a llevarse algunos ejemplares como mascotas y así empezó su vida como animal de compañía.
Son animales amistosos con el ser humano, no suelen morder si no se les maltrata o manipula incorrectamente, son tremendamente rápidos y ágiles, pero sobre todo, lo que les caracteriza es su gran curiosidad. Además, sus diferentes personalidades los hacen animales fascinantes de observar.Estos son omnívoros.

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